A algunos ya se los mencioné; los miércoles este semestre serán tortuosos.
Y es culpa de un sólo maestro. El Ing. Lancaster (Hijuesú...), mi maestro de Mecanismos, salió desde el primer día con que quería un proyecto para final de semestre. Nada anormal, hasta eso. Pero bue, llegó la semana pasada el momento de exponer nuestras ideas de proyecto y de fijar la forma de trabajo.
Primero fue la forma de trabajo. Llegó diciendo que haríamos un proyecto serio, que se expondría al final del semestre frente al director. Los equipos serían de 4/5 y cada uno tendría un "puesto". Para acabarla, esa materia no nos la dieron toda la primera semana por problemas con el edificio, y los equipos los habían formado 3 "afortunados" que habían ido a buscar al profesor en su cubículo. O sea que quedé en un equipo chafísima, donde sólo me llevo con Ismeraí y con el Clemente (Supondré que todos conocen al Clemente).
Los puestos eran Gerente General, Ingeniería, Construcción, Mantenimiento y Seguridad-Finanzas. El profesor nos hizo elegir una de las opciones sin explicar qué era cada una. De inmediato, al casi desconocer la capacidad de mi equipo dije "ni empiecen, yo pido Gerente, Ismeraí en Ingeniería", para mínimo tener la certeza de que la parte pesada del trabajo estaría en buenas manos, o manos conocidas. Y empieza el profe:
Ingeniería hace los dibujos y los cálculos. Construcción es el que más trabaja, construye todo, investiga sobre los materiales y se encarga de armar el proyecto. Mantenimiento tiene que saber solucionar los problemas que el proyecto presente y contestar preguntas sobre él. Seguridad y finanzas pues se encarga de que el mecanismo no genere un peligro para el humano, y además dispone del capital, que por cierto no debe exceder de 800 pesos. Ah, y Gerente general es el que se la pasa mejor, casi no hace nada, sólo está vigilando que todo salga bien...
A eso le llamo autogol. Solito me jodí. El de construcción es el que más hace y no tengo ni la menor idea de como trabaje el tipo.
A la hora de presentar la idea del proyecto, nos lo botó. Nos puso mil trabas, que falta de impacto social, que eso ya lo vi, que "no sería más fácil...?". Quería algo realizable en 3 meses, totalmente nuevo y que usara mecanismos (materia EN CURSO, de la cual no conocíamos prácticamente nada). Le dimos otras 3 ideas que teníamos, y nada. Nada le gustaba al viejo. A los otros dos equipos les aceptó sus proyectos aunque todos teníamos ese gesto de burlón de "COMO FREGADOS PIENSAN HACER ESO?!". En otra oportunidad les expongo los proyectos a realizar.
Todo ese día estuvimos pensando en qué haríamos para convencer al señor. Tuvimos un par de ideas más y al día siguiente, al fin, le gustó una. Sin embargo pudimos darnos cuenta de que el profe busca realmente jodernos; ese día nos aplaudió todo, hasta los dibujos chafísimas que hicimos 15 minutos antes de la clase, y por otra parte, arruinó el día a los otros equipos, incluso rechazando uno de los proyectos que el mismo había aprobado ya, bajo el argumento de que "ya lo pensé bien, y decidí que no es buena idea". Lleva un método de esos que pretenden emocionar al estudiante y llevarlo al máximo con sus ideas de emprendedores. Búlchet.
Los miércoles serán las exposiciones del avance del proyecto. Y quiere avances serios. Reportes de gastos, dibujos nuevos, nuevos cálculos, ensambles que presentemos físicamente. O sea que no nos dejará en paz. Hemos consultado a ex-alumnos de Lancaster y sí, es una tortura, eso dicen. Y que sólo buscará mantenernos ocupados todo el semestre, que si está listo el proyecto pedirá que le agreguemos algo, y que si lo entregamos sin terminar igual nos evaluará, mientras le entreguemos las exposiciones de miércoles. Los malditos miércoles.
Saludos,
Iván