Porque yo amo los días nublados que a ti te deprimen.
Porque yo pido a Dios, y a tus ojos, no me ve.
Porque temo.
Porque siempre te conté por qué, y no escuchabas.
Porque es pesado amar y llevar a rastras hacia el infierno.
Porque no dudo de mis incapacidades.
Porque sé que podrás volver a ser tú y que yo ya no era lo que quería.
Porque también me preguntaba "¿por qué?".
Porque no sé explicarte por qué decimos "Sueña con los angelitos".
Porque debí soltarte antes, y cada día era un antes nuevo.
Porque sé que me perdonarás.
Porque creo que fuiste y si no debiste serlo no hubieras sido...
Y ya vi, perdón. No quería decirte esto en un día nublado...
-Creo en este tiempo y en su manera de hacerse buscar...- Silvio Rodríguez