Sabor a gloria

VALEDORES 4 - 2 VALENCIA

Avanzamos, otra vez. Adelanto que este relato es extenso, así que el lector debe tener un gran tiempo libre eh, jaj.
Estamos en cuartos de final. Porque, sí, aunque parezca (y sea) una idiotez, no calificamos directo, sino a una especie de "recalificación". En fin.

Era un partido diferente, especial. Primero, el horario había sido gravemente movido, y en vez de jugar a las 3 o 4 como de costumbre jugamos hasta las 6:30. Además, existía ese vértigo y nerviosismo de saber que ya era eliminación directa. Un error te cuesta el torneo.

El rival en turno era bastante bien reconocido por el resto de los equipos. Todos daban referencias de su ataque poderoso. Más de uno puso cara de "pobrecitos" al enterarse que íbamos contra ellos.
Aún así, nuestro equipo llegó con bastante ánimo y seguro de que podía lograr el resultado.

Ya a la hora del partido, cuando nos formábamos para arrancar, el rival sólo tenía 8 jugadores (y se juega de 9). Preguntaron si podían meter a otro jugador que no fuera del equipo... Dudamos mucho, de hecho se hizo una "encuesta" rápida, y quedó muy dividido. Lo raro es que ni nos dejaron contestar los otros; al ver como dudamos, ellos mismos gritaron "Ya olvídenlo, así con 8". La verdad es que al final habíamos decidido que si metieran a otro. El Lima les gritó que sí lo metieran, pero entonces el Güero que me caía mal de su equipo xD dijo en voz baja a los demás "No importa, así les ganamos".
No jorobéis. Si pides un favor lo último que puedes hacer es jugar al orgulloso. Así, le dije al Lima que no insistiera más. Por engreídos, jugarían 8 contra 9. Además, en todo caso uno juega para ganar. Es evidente que su plantel es extenso, ya no nos corresponde a nosotros si fueron o no.

Inició y los primeros 5 minutos fueron excesivamente fáciles. No salían de su campo, en la ofensiva nos encargábamos de no dejar pasar el balón, así que parecía un encuentro muy sencillo.
Fue cerca del minuto 10, cuando en una de esas jugadas, Héctor (Valencia) quiere salir pasando y el Shava intercepta su pase, se enfrenta solo con el portero y gol. 1-0.
Después de eso, tuvimos otras 2 o 3 llegadas. Insisto, era fácil.
Aunque después del primer gol ellos empezaron a salir al pelotazo, y tenían un poco más de desahogo.

DATO IMPORTANTE: El sol estaba a plomo. Por increíble que parezca, se sentía más a esa hora, que a las 3 o 4. Sucede que a las 6:30, el sol está ya casi en su puesta, entonces la resolana quedaba de lado, impidiéndonos la vista cuando se jugaba del lado izquierdo y agotando mucho más nuestras energías.
Y eso fue importantísimo.

Perdimos llegada por allá del minuto 20. El diálogo del Shava y el Dani me preocupó. A ambos se les acabó el aire. Dejamos de perseguir su salida y ya casi todo se jugaba de nuestro lado...
Su primera llegada clara de gol, fue gol. Una jugada mal hecha del Güero, se convirtió en un gran favor para sí mismo. Hizo un sombrerito corto para llevarse al Yahir, entonces nuestro defensa se fue con la finta de que el balón se había seguido, siendo que estaba a sus espaldas. El Güero remató cruzando al Lares, y gol. 1-1. Y era lamentable porque justamente de eso nos habían advertido. Su delantera.

Veía rostros desconcertados, alguien de hecho preguntó "¿Qué nos está pasando?"... Fue difícil ese momento. Fin del primer tiempo.

Vino bien el receso. El Dani aseguraba que ya jugaría bien, jaj. Y así fue.
Inició el segundo tiempo y, ya frescos, retomamos ese juego agobiante que no los dejaba salir. El Shava tuvo una clara, que apenas alcanzó a puntear y el portero tapó.
Pero al menos teníamos en balón y el avance.

JUGADA IMPORTANTE, PARTE 1: Yo era medio por derecha. No sé como carajos, por ir persiguiendo el balón a la defensiva, terminé quitándole la bola a un tal "Sanzón", por la banda izquierda de la defensa. El lado opuesto, pues. Como la cosa era a velocidad, la verdad no tuve muchos problemas en quitarla. Lo bueno fue cuando giré para avanzar nuevamente, adelanté el balón y él me jaló del brazo y de la nuca para detenerme. El árbitro marcó falta. El dijo en voz baja "Qué maricón", y yo dije en voz más baja, "Ni asi". El volteó, sumamente molestó y me preguntó con cara de rabia "¿Qué dijiste?". Yo, quitado de la pena y habiendo conseguido el objetivo repetí en voz alta "Que ni así me la quitaste". Ay wey. En fin, piqué hacia la zona que me pertenecía y dejé al tipo con un coraje evidente.

Pasados unos 10 minutos, anotamos el segundo gol, que siendo francos, no vi del todo. El Shava la jugó por la banda derecha, llegó a la última línea, se la pedí y me la dio apenas atrás de él. Conduje hacia la portería, me quité a uno, pero ahhh... los otros dos centrales salieron a barrerse contra mí. Alcancé a puntear el balón que le quedó al Shava de nuevo, pero yo quedé en el piso y boca abajo. Supongo que el Shava se la dio al Dani, porque cuando volteé ya solo vi el remate de él, frente al portero. 2-1. Me dolió la caída.

Luego, hubo unos 5 minutos de flojera, en los que nosotros teníamos el balón y ellos nos perseguían...
Pero en cuestión de instantes, nos había metido en nuestro propio campo y, si bien no era agobiante, la sensación de peligro era latente. El Lares tapó más de una complicada.
Y fue en un tiro de esquina. En nuestra área había un malentendido. El Yahir es nuestro jugador más alto, y ya tenía en la marca a uno. El Lima se dio cuenta que el jugador más alto del Valencia estaba solo, y mandó al Yahir a cubrir ahí. Pero el cobro fue justamente mientras nuestro defensa se movía, así que quedó a medias, y su delantero alto nos remató. Balón al poste y luego entra. 2-2. Y frustrante, porque todos sabíamos que había sido error nuestro, que se pudo evitar con un poco de concentración.

Quedaban 8 minutos. Teníamos el orgullo lastimado y una frustración que se acrecentaba.

JUGADA IMPORTANTE, PARTE 2: Otra vez el Sanzón contra mí. Pero ahora en ese orden. Ahora por su banda izquierda. Ahora él era el defensa. Le queda el balón que mandó el Shava. Fiel a mi costumbre, perseguí la pelota aunque las posibilidades de ganarla fueran casi nulas. El Sanzón cubrió la pelota, tocándola varias veces, buscando cualquier instante para hacerme túnel o salir en un medio giro veloz. Pero bueno, con las ganas que traía de ganarle a ese tipo, hice algo que ni yo creí poder hacer. Se la quité limpiamente, punteándola por un lado de él y luego ganándole a velocidad. Y me parecía imposible porque el tipo era severamente más alto que yo y metía muy bien el cuerpo. En fin, si la jugada siguiera normalmente, yo habría entrado solo al área, con una clara posibilidad de anotar o de retrasar el balón para que anotara otro, sin portero.
Pero el Sanzón en su desesperado intento por detenerme, aplicó otra vez su "jalón al brazo", acompañado de un derechazo a la nuca. Falta otra vez, y me dolió su derechazo, así que volteé hacia él, y le dije con furia "Van dos, cabrón". No esperaba su reacción. Caminó hacia mí, me dio un leve empujón y contestó "¿Que traes, pendejo?", y acto seguido, punteó el balón que le había quedado a sus pies, directo hacia mi pecho. Me cubrí y todo mundo gritó, reclamando su actitud. Francamente, no creí que llegaría a tanto. Vi que el árbitro corrió hacia nosotros, y dándome cuenta que la víctima era yo, caminé hacia el centro del campo, evitándome más problemas. Tarjeta roja. Misión cumplida.

Les quedaban 7 jugadores a ellos, y ahora sí se notó. Fue cuestión de minuto y medio para que en un despeje, el Dani tomara el balón y a velocidad se llevara al Diro. Mano a mano con el portero, y explotando una de sus mayores virtudes, nuestro delantero amagó y corrió quitándose al arquero. 3-2. Sabía maravilloso, porque ahora sí, parecíamos no tener forma de perder la ventaja.
Quedaban 5 minutos y metimos al Primi por el Jaime. Refrescábamos la zona y metíamos a un jugador fuerte.
Pasaron otros dos minutos y otra vez hubo un despeje que quedó por mi banda. El balón me quedó algo lejos, corrí hacia el con la marca del Diro encima. Yo había visto al Dani por el centro cuando corría hacia el balón, pero no tenía certeza de si había avanzado a la par de mí o no. Afortunadamente el balón me quedó del lado de nuestra banca. El Memo y el Chema me gritaron que el Dani estaba solo en el centro. De primera intención y con la bola botando, se la dí. Recepción perfecta del Dani, mano a mano con un defensa. Creí que se lo burlaría cuando el Shava apareció por detrás de él, picando por el lado derecho. Le dieron el balón y cruzó el tiro de maravilla. 4-2. No había más.

Salimos el Yahir y yo para darle entrada al Juan y al Memo. Ya casi por mera cortesía, lo sé, pero igual sé que unos minutos les vendrían bien.
Fin del partido. La verdad es que noté bastante feliz al equipo, casi siempre terminaba el partido y cada quien agarra para su lado... ahora al menos nos acercamos todos para darnos la mano.

Creo que en ningún partido habíamos corrido tanto. Además, insisto que todas las terceras personas, nos daban por eliminados. Siempre lo he dicho, a mayor anacronía, mayor es el sabor a gloria.

Iván