Han sido horas agobiantes, las pasadas.
Las tareas son a raudales, los proyectos a granel y el futuro que vendrá (si es que viene), apenas está en ciernes.
Así, hoy tuve espacio y tiempo limitado para realizar una tarea que se me complicó hasta el último instante.
Una práctica más, sí, como todas las otras, sólo que realizada en la sala, a las 8 de la mañana, desconectando cosas del hogar para conectar mis materiales, y la certeza de saber que me quedaba (bajita la mano xD) unos 30 minutos para terminar. No más.
Fue la primera comunión de mi hermanita, y ese hecho me alegra mucho. Lo que quizá no me alegra tanto es tanta visita en casa. Yo creo que soy alérgico, que me producen nostalgia y dolor de cabeza. Como sea, la misa fue a las 5, la fiesta al terminar la misa. Ahora son las 12:34 y la apenas han sacado la guitarra. Queda rato.
Por azares del destino, extraños y no muy bien comprendidos, dormiré en mi bendita cama. Un punto bueno, detrás de todo esto.
Pero aún así estoy agobiado.
El proyecto final de electrónica es inquietante, aunque ya tengamos todo a punto de metralla, mientras no demos ese paso faltante, todo queda en vilo.
El proyecto final de Microcontroladores está bastante bien ideado en nuestra mente. Cómo siempre, llevarlo a materia física nos costará una barbaridad.
Me faltan las estrategias de Laborín. Me falta la idea del proyecto final de dibujo técnico. A Olegario le quedan 15 días para abarcar la 3era unidad. No he estudiado nada para el exámen del Tec.
Puede ser un gran fracaso. Puede no ser o ser, diría el queridísimo Silvio.
Y bueno, el título de la entrada tiene que ver con el (ya/casi/inminente) final de la preparatoria. Vienen días de despedidas y me pesa porque hay procesos que no me gustaría que terminaran.
Verán. Por primera vez en meses, marzo y abril pasado me dieron una tranquilidad y alegría inusual en mí. Más lo segundo que lo primero.
Aprendí a asumir que un amor no correspondido puede ser bello también. Que es como dedicarse tiempo completo a admirar y querer a una persona, sin temor a lo que piense porque (a fin de cuentas) ya sabes lo que piensa. Aprendí que hay condescendencias que no se consiguen fácilmente. Que las amistades hechas en "el K", si bien no son profundas, tampoco son vanas. Aprendí a aceptar que todo esfuerzo hecho ahora, se gratificará en un futuro casi inmediato. Aprendí a hacer canciones. ¿Buenas o malas? Bah, yo que sé. Canciones al fin. Canciones que me llenan...
El punto es que vienen días de despedidas y con ello se despedirá mi felicidad tan añorada. Y es que se le pone fin a muchas cosas que he construido.
Y ahora me ha tomado la nostalgia por los ojos y no quiero seguir pensando en eso.
Sólo me queda mencionar que hoy estoy especialmente realista, y admito, por más que me cueste, que eso de aferrarme a un imposible es una total estupidez.
Pero bue, no dejaré de hacerlo, porque dejaría de ser yo. Y me ha gustado ser yo, al menos en los últimos meses.
Y esa felicidad de la que extrañamente me alejo en estos días, sé que me regresará en algunos años, en algún marzo o abril próximo, cuando vuelva a construir una base firme y linda, y me toque dar re-bienvenida a estos días de despedidas.
-Ahora me parece que hubiera vivido un caudal de siglos por viejos caminos...- Silvio Rodríguez
MEC
Hace 5 años
5 comentarios:
NO NOOOOO NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!
Y... ¿no qué?
Yo también voy a extrañar muchas cosas, y si, las tareas como que no me dejan pensar muy bien y disfrutar al máximo los últimos días, pero sé que voy a extrañar a todos mucho y que fue genial conocerlos a todos :)
Debo admitir.. qe ha sido una etapa bastante buena en mi vida; y TODAS las experiencias pasadas tienen su lado bueno, al igual qe todas las personas qe conoci..
No habrá Chiky qe acosar en Tijuana T.T'
u_u, triste pero cierto, lo bueno es que nos seguiremos mirando despues de la prepa.
Publicar un comentario