El título es de una canción inédita de Silvio Rodríguez.
Cualquier persona que me conozca un tanto más allá de lo evidente, sabrá gracias a mis poemas, canciones y/o charlas diarias, que Octubre siempre lo he tenido marcado como el mes más especial, para mí.
Un montón de cosas lo alimentan. Ya confesando que estoy aquerenciado de este mes, para nada debo ocultar palabras claves en ese sentir mío; Guevara, Tlatelolco, Ivette, Cantautor, Ismeraí, Serrat... No en ese orden, ja.
Sabía, a la entrada de este décimo mes, que me esperaba una locura. Sería partícipe de ese ajetreo Octubrino, del que siempre veía distante. Pero no lo esperaba a este ritmo. Hice cosas que ni siquiera había pensado...
Pudiera relatarlo todo acá, pero no veo caso. Son todas vivencias tan lindas que me gustaría relatarlas de a poco acá. Suavemente, como las fui viviendo, todas disfrutables.
Doy el preludio para que una vez que vaya posteando acá, no haya dudas o aclaraciones pendientes.
*Luego de 3 meses de no ver a Ivette, la vi el 11, el 15 y el 24 de este mes. Una locura, verdaderamente. Hubo vivencias que jamás pensé vivir a su lado. Ya irán sabiendo.
*Les cuento... Ismeraí es aquella compañera que mencioné iba conmigo en los cursos del Tec. La historia es larga, pero resumirla es fácil; quedamos en el mismo grupo y nos hicimos lo suficientemente amigos como para decir que eso es una amistad. La cosa es que, sí, encuentro algo especial en ella ("Nadie hablo de enamorarse" (8)...) y -me sigue pareciendo increíble- de 38 hombres en el salón, ella decide pasar más de la mitad de su tiempo libre conmigo. Ya irán sabiendo...
*Me presenté en las Fiestas del sol el 11 de Octubre y en el Circo Café el 24. La emoción que sentí de ver a tantas amistades reunidas es indescriptible. Eran como mil historias que yo me sé de ellos, ahí, puestas juntas. Y curioso que en muchos casos ellos no se conocían entre sí, pero el tipo de arriba del escenario les representaba un lugar común. Indescriptible, de veras. Ya irán sabiendo... jaj.
Son días de confirmación, gente. Me reafirmo en prácticametne todo lo que creí antes de tanto ajetreo. Sé que puedo seguir. Sé que quiero seguir. Siento ganas de enfrentar mi próximo examen de matemáticas. Siento ganas de volver a tomar la guitarra en un escenario. Y sí, me cansa un poco. Me cansa salir después de las cuatro, 3 días a la semana. Me cansa que me pidan más acá, más allá, más en todos lados. Pero creo que puedo, así que -siguiendo con los plagios a Silvio- "sigan exigiéndome cada vez más, hasta poder seguir o reventar".
Me despido con un poema de esos paranoicos, comunes en mí. Producto de mi madrugada de hoy... (todo relacionado con esos adelantos que dí, anteriormente).
Tengo suficiente buenaventura como para sentirme cuerdo
y reconocer que la vida puede ser todo, menos infierno.
Hoy tengo una voz semicansada, semiconfusa,
y semicorcheas en mi cabeza que me advierten -y qué bueno-
que seguiré dando canciones por mis infinitas emociones.
Emociones que me abrazan, me recorren y me aplastan...
¿Cómo no van a abrazarme? Si amo a una mujer linda y sincera.
Tan sincera que floreciendo mi alegría más entera,
volvió a hacer oficial que no será mía.
Justo en mi mejor noche, ella se hizo noche,
pero ya ven, con mi buenaventura, por primera vez le dí mi cordura
y debió ser raro para ella. Creo que no esperaba un "no importa" de respuesta...
¿Y cómo no van a recorrerme? Ni modo de esconderme.
Otra mujer me abraza y me recuerda que todo es eterno mientras así lo pensemos.
Que, obvio, mi amor no se acaba, si se me sigue cayendo la baba al mirar a esa chica.
Me pega un par de bofetadas en los ojos y me entrega sus rabietas
como para decirme "hay otras". Pero yo sé bien que hay otras.
Tanto sé, que ¿para qué quisiera otra, si ya conocí a la buena?
Y luego me abraza más fuerte y ahí es donde la emoción me recorre el cuerpo.
Ni modo de no sentir; ya sé como hacerme el tonto, pero no puede hacerme el ciego.
¿Y quién supone que no me aplastan? Si descubro, contrariado, que me entienden.
Que no estoy solo en mis deseos de acabar con tanta muerte.
Son sentimientos encontrados. Encontré compañía en algo que no quería,
porque ahora tengo la certeza de que todo es realidad, y no locura mía.
Y ahí nos ven en una guerra que sólo 4 declaran,
a un gobierno que no sabe el poder las guitarras...
Octubre tenía que ser. Tantas canciones, tantas reuniones,
tantas amistades perdidas y halladas.
Tantas luces en la cara que, por momentos, hasta me pierdo...
pero eso, de un tiempo a hoy, no importa para nada;
tengo suficiente buenaventura como para sentirme cuerdo
y reconocer que la vida puede ser todo, menos infierno...
Chido por los que leyeron todo el choro...
Saludos
