Apenas viene...

Terminó el Mundial y yo sé que tengo como 4 días de retraso. Y es que realmente no pensaba hablar mucho de ese evento, sino del inicio del otro. 

Tan sencillo como que hace una semana aplaudíamos a Puyol volando sobre 3 alemanes de 1.90m, y ayer ya vimos al Picolin usando a Palencia como banquito.

La expectativa que generó el Mundial era muchísima, se habló de "un mes de futbol de la más alta calidad". Sobra decir que el nivel estuvo lejos de lo esperado. Basta recordar que se coronó un equipo que ganó sus últimos 4 partidos por 1-0 (cuando el Necaxa hacía eso le decían mezquino, poquitero y cosas así...).

Viendo a los analistas (particularmente de TVC y ESPN), me sorprende y agrada que también piensen lo que veía venir desde octavos de final; el  nivel del futbol mexicano como entretenimiento, no está nada mal. A fin de cuentas son pocos los equipos que juegan con un sólo delantero (y en el mundial abundaron) y sigue habiendo un compromiso por buscar goles, con sus obvias limitaciones.

Y además, el Mundial tenía una cierta "frialdad" en cuanto a los jugadores. Por más que sabemos que son jugadores extraordinarios, la ausencia de referencias del pasado hacen que se pierda gran parte del interés que el futbol nos da. Quizá lo emocionante fue de semis al final, cuando ya podíamos decir "Ahh a él se le van a llevar a velocidad", "Ése le puede pegar de fuera del área", y demás cosas que nos hicieron más familiar el entorno.

O sea que, a pesar de que pueda sonar a broma, apenas viene lo bueno. Se acerca una liga clandestina, larga, mediocre como siempre, cardíaca en el descenso, excitante en la liguilla, condimentada por árbitros medianos y torneos externos/polémicos. Algo que sin duda, es mucho mejor que un Mundial como el que pasó.

Saludos

Iván