Sueños decadentes

Medio veía el programa "Competencia mundial de baile" o algo así, que recién empieza por canal 2, Televisa. 

Sinceramente no ponía mucha esperanza en la emisión. Sin embargo, debo reconocer que el concurso pasado, el primero, no estuvo lleno de estupideces y reglas improvisadas dignas de todos esos concursos de talento en las televisoras reinantes. O sea, no estuvo tan mal. 

No pretendo hablar acá de la calidad de los conursantes y ni na'a de eso. Sólo quiero mencionar lo deleznable que se volvió eso de "representar un sueño". En los primeros programas de "Cantando/Bailando/CualquierVerboEnGerundio por un sueño" era muy agradable ver que, de alguna forma, por más ridículo que fuera el programa, se buscaba conceder un sueño a una persona que lo necesitara. Y así, desfilaba algo así como una exhibición de la lástima en la que se conmovía a los televidentes con necesidades de personas que serían satisfechas si su representante ganaba la competencia. Los "Sueños" generalmente eran cuestiones graves económicas, o en la mayoría de los casos, problemas de enfermedades y tratamientos fuera de lo común y del alcance del afectado.

Ahora se están pasando de lanza. No hay más. Sólo por mencionar los 3 "sueños" que más me llamaron la atención, tenemos:

*Una familia que solicita mejor equipo para el consultorio médico de un integrante de la familia. El señor sale contando que desearía un aparato de refrigeración y equipo de mejor calidad y "ay no no, sería impresionante, estoy soñando".

*Una madre de una niña que pide que le ayuden para publicar los libros de su niña. O sea la niña (como de 6 años) escribe libros infantiles, con una letra de niña de 6 años y con unos dibujitos de una niña de 6 años. No tienen mayores problemas económicos, sólo... la niña quiere publicar sus libros.

*Una familia relata como su "troca" (a la que le dicen La blanca) es parte de la familia. El señor cuenta como se hizo de la camioneta hace muchos años, mientras empieza a llorar lentamente, conmovido. El punto es que La Blanca está fallando y ellos ocupan que les ayuden a repararlo, porque pues... porque pues sí. La frase de la señora es nefasta; "la verdad es que cuando a La Blanca le duele algo, es como si a nosotros nos doliera".

Y no. Está totalmente desvirtuado el concepto de "sueño". Me parece que ya están los antecedentes y la capacidad de la compañía televisiva como para hacer trascender su esfuerzo (de por sí poco útil) y lograr la consecución de cosas buenas e importantes.

En fin. Se me quitaron las poquitas ganas que tenía de verlo. Lo bueno que estoy en liturgia de misa de 7, así que no habrá necesidad de estar cazando algo bueno en la tele...

Saludos

Iván